Friday, July 24, 2009


La tristeza,
...Qué te digo, es una perra. Uno se siente jaloneado por todo alrededor; redondeado en un abrazo fuerte de tiempo, de espacio, de confusión... miradas y soledad. Sólo queda el libro, aquella canción que se ha traído uno, cosas que no pueden olvidar los inmigrantes. Desarraigo. De todo, incluso de aquella última página que acabamos de maltratar.
Explorarse, encerrarse, trabajar hasta el cansancio, abarcar hasta lo imposible el estudio, amar a todas las criaturas errantes en los cuatro mundos, escuchar a Pink Floyd. Creérselo. Dibujar cerezos con acuarelas imaginables. Escribir hasta enfermarse, he ahí donde radica el problema: el artista es amalgama de carne y alma, de aire de raíz, un cielo al revés, el vaivén de una oropéndola.

Candela
Para mí tiene algo de pariente muerto, lejano, del cual uno nunca pudo llegarse totalmente a compenetrar. Pecaría si digo que pude haberla leído más. ¿Acaso no la viví? Yo viví en ese texto, eso sí te lo puedo decir. Me lo pasé por el cuerpo. entonces al parecer no tenía que releerlo más ná: los ojos son el equilibrio del cuerpo cotidiano. Para el cuerpo cotidiano el equilibrio es una metáfora.


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